Agenda

Si queremos que un OBJETIVO se cumpla, debemos asignar a la brevedad los RECURSOS necesarios para ello. El principal es el TIEMPO. Si un OBJETIVO no tiene asignado un TIEMPO límite, sólo es un deseo o una idea. En el momento que se le asigna ese recurso, se vuelve una META.

Para la organización del TIEMPO, debemos asignar un HORARIO para cada ACTIVIDAD. Desafortunadamente, en la vida real, esto es más fácil de decir que de llevar a la práctica, por lo que deben tenerse en cuenta el principal factor: DEPENDENCIA DE FACTORES AJENOS O EXTERNOS. No siempre podremos avanzar en nuestros planes, por lo que debemos ser flexibles y adaptarnos si queremos optimizar este recurso -el más escaso y valioso-. Para ello dividiremos las actividades en 3 tipos básicos:

Actividades urgentes o que dependen de terceros: Son aquellas que deben realizarse forzosamente en el horario indicado ya que después no sirven o no podemos reasignarlas porque involucran a terceros. En nuestra agenda marcaremos este evento en rojo, ya que es crítico. Ejemplos: Cita con el Médico, tiempo de horneado de un pastel.

Actividades programadas: Son aquellas que ya tenemos fecha límite de ejecución y que si bien son importantes se pueden posponer o reagendar en un período corto de tiempo ya que se tiene un límite más amplio. En nuestra agenda marcaremos este evento en amarillo, ya que no podemos modificarlas a placer. Ejemplos: Estudiar para un examen, entregar un reporte.

Actividades extraordinarias: Son aquellas que deben realizarse, pero no tienen una fecha específica de caducidad. En nuestra agenda las marcaremos en verde y pueden re agendarse sin ningún problema. Por ejemplo: Aprender a bailar por gusto.

Actividades caducas: Son aquellas que ya no se cumplieron en tiempo y forma y debemos tomar medidas pertinentes para que no vuelvan a ocurrir. Las marcaremos en nuestra agenda con negro.